
Hay momentos en que cuando miro para atras me dan ganas de esconder la cabeza abajo de una piedra, pero una piedra gigante!
Cada momento estropeado por mis torpezas...DIOS!
Que a la deriva cuando la inconciencia se apodera de mi cerebro, que desgaste de incoherencias llegan en patota a hacerme tropezar justo en el momento menos indicado...
Pero creo que un buen tropezador sabe y esta acostumbrado.
Ponerse de pie es un acto ya muy conocido, por mucho que se quejen los pies siempre terminan moviendose.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario